Henri Lefebvre analiza lo cotidiano en la modernidad, y como el capitalismo y el consumo se han apoderado de cada detalle de nuestra vida.
Lefebvre, L. La vida cotidiana en el mundo moderno. 1972. Alianza Editorial. Madrid. 1ª Ed. Original 1968.
En esta obra de Lefebvre se expone como el capitalismo y el consumo influyen en la práctica totalidad de nuestra cotidianidad. La burguesía no ha conseguido el poder, que sigue en manos de otros más poderosos, pero sí es la clase que define la cotidianidad de nuestra sociedad.
El consumo, a través de la publicidad nos dice cómo conseguir la felicidad. Según el autor, el mensaje ha cambiado. Anteriormente la publicidad trataba de condicionar a los consumidores con información para que realizasen su elección racional. Ahora ya no, pero la influencia publicitaria sigue siendo concebida como algo importante. Para Lefebvre, la publicidad es el equivalente a la religión o la filosofía de antaño, porque explica al hombre como llegar a realizarse.
Quizá la diferencia sea que con la publicidad el ser humano no aspira a conseguir el objetivo, ya que de hacerlo, al llegar a un punto determinado, se estaría enviando un mensaje en el que el individuo ya no necesitaría consumir más. Por supuesto, el de la publicidad es un mensaje en el que esto es imposible, las necesidades del ser humano no tienen límites.
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