1 de diciembre de 2013

La sociedad del espectáculo - Debord

En la Sociedad del espectáculo Guy Debord critica los derroteros por los que la modernidad ha llevado al individuo.

Debord, G. 1976. "La sociedad del espectáculo. Castellote editor. Madrid. 1ª edición original 1967.


“Toda la vida de las sociedades donde reinan las condiciones modernas de producción se anuncia como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que era directamente vivido, se aleja en una representación” (Pág. 5).
Esta cita del propio libro resume acertadamente la obra. Debord explica como, desde su punto de vista, la sociedad moderna ha degenerado en una sociedad del espectáculo en la que las producciones, en principio atificiales, del mercado se han convertido en realidad.

Según Debord, el sistema sólo se sostiene debido a esta asunción de lo artificial como real. El individuo vive en una insatisfacción constante que sólo puede sastisfacer siguiendo los mandatos del mercado o, lo que es lo mismo, consumiendo.

El espectáculo es un cambio constante de ofertas, productos, modelos, marcas y necesidades creadas artificialmente que mantienen la insatisfacción del consumidor. Y, por supuesto, la globalización se ha encargado de que todas las sociedades se hallan integrado en una gran macrosociedad con las características comunes comentadas. Las singularidades siguen existiendo, pero siempre bajo el mano de una necesidad constante y artificial.



11 de noviembre de 2013

La división del trabajo social - Durkheim

Emile Durkheim es uno de los padres de la sociología. La división del trabajo social fue su tesis doctoral.

Dukheim, E. La división del trabajo social. 1982. Akal. Madrid. 1ª Ed. Original 1893.

 

Esta es una obra especialmente recomendable para aquellos interesados en el derecho, y la relevancia de la sociedad en las normas sociales, lo que es rechazable y el delito.

Debo reconocer que, en mi ignoancia, esperaba un texto mucho más económico puesto que aparecía lo de la división de trabajo en el título...y no, realmente quien esté buscando este tipo de reflexiones debe acudir mejor a otra obra.

Ideas básicas de Durkheim en La división del trabajo social

La moralidad esta fuertemente relacionada con el sentimiento colectivo. Esto quiere decir que actuar en contra de las creencias colectivas suele constituir un delito, y esta es una de las bases de unidad de dicho colectivo.

Si se tolerase la infracción de estas creencias, la unidad de la sociedad se desintegraría y las personas actuarían en función de su egoismo de una forma totalmente individualizada.

Con la pérdida de importancia de la religión, en favor de la racionalidad, el ser humano ha visto como ciertos comportamientos que aún son obligatorios han perdido su justificación y de ahí viene la pérdida de valores.


13 de octubre de 2013

La vida cotidiana en el mundo moderno - Lefebvre

Henri Lefebvre analiza lo cotidiano en la modernidad, y como el capitalismo y el consumo se han apoderado de cada detalle de nuestra vida.

Lefebvre, L. La vida cotidiana en el mundo moderno. 1972. Alianza Editorial. Madrid. 1ª Ed. Original 1968.

 

En esta obra de Lefebvre se expone como el capitalismo y el consumo influyen en la práctica totalidad de nuestra cotidianidad. La burguesía no ha conseguido el poder, que sigue en manos de otros más poderosos, pero sí es la clase que define la cotidianidad de nuestra sociedad.

El consumo, a través de la publicidad nos dice cómo conseguir la felicidad. Según el autor, el mensaje ha cambiado. Anteriormente la publicidad trataba de condicionar a los consumidores con información para que realizasen su elección racional. Ahora ya no, pero la influencia publicitaria sigue siendo concebida como algo importante. Para Lefebvre, la publicidad es el equivalente a la religión o la filosofía de antaño, porque explica al hombre como llegar a realizarse.

Quizá la diferencia sea que con la publicidad el ser humano no aspira a conseguir el objetivo, ya que de hacerlo, al llegar a un punto determinado, se estaría enviando un mensaje en el que el individuo ya no necesitaría consumir más. Por supuesto, el de la publicidad es un mensaje en el que esto es imposible, las necesidades del ser humano no tienen límites.

17 de septiembre de 2013

Estilos de vida - Chaney

David Chaney analiza los estilos de vida como característica propia de la modernidad.

Chaney, D. Estilos de vida. Talasa. Madrid. 1996.

En la primera parte de esta obra Chaney reflexiona sobre la definición de estilo de vida:
“Los estilos de vida son modelos de acción que diferencian a la gente”(Pp. 14).
A partir de esta definición Chaney desarrolla el concepto de estilo de vida como una característica de la modernidad.

La modernidad es una etapa sociológica que se caracteriza por la industrialización y, sobre todo, por la producción en masa. El mejor ejemplo es seguramente el fordismo, fenómeno que tenía como base la intención de que todo ciudadanos medio tuviese un coche Ford. Poco después de la producción en línea vino la mejora de las comunicaciones, que tuvo como consecuencia la mundialización/globalización/americanización o como quieras llamarlo. Esta nueva realidad social ha traido consigo una homogenización a la que los seres humanos se muestran reacios y es que a los seres humanos no nos gusta sentirnos iguales a la masa, muy al contrario, queremos sentirnos especiales.
Por eso, para nuestra realización personal, es importante que consigamos hacer evidente las diferencias de cómo unos y otros utilizamos y consumimos, cosas, espacios y  nuestro propio tiempo.

Según Chaney, en la modernidad:


“Se fue aceptando que los gustos particulares eran responsabilidades por las que otros podían juzgarnos; esto es, eran, por tanto, consustanciales a un cierto sentido de identidad”(Pp. 22).
De aquí sacamos por tanto dos conclusiones, la primera es que para Chaney, lo que diferencia a unos seres humanos de otros es, fundamentalmente, producto de la socialización. Es decir,  nos distinguimos por nuestros comportamientos, y los comportamientos son distintos porque los hemos aprendido dentro de un sistema cultural. De ahí, que comportamientos comunes que nos identifican puedan ser entendidos como estilos de vida.

La segunda conclusión es que puesto que los estilos de vida son producto de la socialización y que hoy en día, tras lo acontecido en la modernidad, la socialización gira prácticamente por completo alrededor del consumo, es el consumo el factor que define nuestra identidad. Lo cuál es paradójico pues el consumo nos iguala a otros, cosa que no queremos, pero a la vez define nuestra identidad. como se comentaba al principio, amenazada por las modos de producción y consumo actuales. Si te interesa esta idea puedes consultar las páginas 24 a 36 de la obra.

Siguiendo con la idea de la paradoja de cómo el consumo nos iguala y nosotros tratamos de diferenciarnos mediante su práctica, cabe destacar que las grandes marcas son iguales en todos los países en los que operan. Y aunque quizá ahora empiezan a tratar de adaptarse más a la idiosincrasia de cada lugar, han igualado lugares lejanos en la geografía mundial. Al respecto es interesante leer sobre el fenómeno de las Clone Cities o ciudades clonadas (en inglés).

Por tanto, nos hemos igualado a través del consumo, y precisamente el consumo es la actividad que más nos define. A esto se le añade un problema. El consumo ha convertido nuestras vidas en un espectáculo irreal, que nos lleva hacia una banalización de lo importante.
Una obra muy interesante para todos aquellos que quieran reflexionar un poco o estén interesados en cómo el consumo nos influye socialmente. Puedes encontrar Estilos de vida de Chaney aquí.

13 de julio de 2013

La sociedad de consumo de masas - Katona

La sociedad de consumo de masas de George Katona nos ayudará a tener una perspectiva global de la sociedad americana de mediados del siglo XX

Katona, G. La sociedad de consumo de masas. Ediciones Rialp. Madrid. 1968.

Según Katona la sociedad de consumo de masas tiene tres características:

  • Afluencia”: La mayoría de las personas tienen capacidad de consumo (históricamente sólo eran unos pocos).
  • Poder del consumidor”: El consumidor domina el mercado con sus decisiones.
  • Psicología del consumidor. La demanda del consumidor  no es sólo función del dinero, sino que está afectada por la disposición del consumidor hacia la compra.
Como se puede apreciar son unas características muy convenientes para la filosofía capitalista. Katona defiende en todo momento que la situación americana es mejor que en el pasado, que el consumidor está bien informado y que el Estado no está ni mucho menos debilitado por unos impuestos demasiado bajos sino más bien al contrario.

Afirma también el autor que el estilo de vida americano que tanto promueve el consumo es una buena opción para fomentar el gusto por el trabajo, ya que vincula el nivel de vida con la posesión de bienes de consumo. Reconoce también la ilimitada necesidad del ser humano por obtener más de lo que tiene, una vez que se cubren unas necesidades, aparecerán otras de forma automática.

“El empeño y el esfuerzo se deben muchas veces a aspirar a un estándar de vida más elevado y al deseo de poseer más cantidad de bienes de consumo. En nuestra sociedad, el éxito se exhibe con la posesión de una vivienda mejor, de un coche de mayor categoría, con más cantidad de viajes o de diversiones, mayor gasto en vida social, etc.”  (pág.40).
Además, la sociedad de consumo de masas todavía cree en el Estado-nación y reconoce al gobierno la capacidad para influir en la marcha de la economía, algo que hoy en día está en entredicho por muchas opiniones.