David Chaney analiza los estilos de vida como característica propia de la modernidad.
Chaney, D. Estilos de vida. Talasa. Madrid. 1996.
En la primera parte de esta obra Chaney reflexiona sobre la definición de estilo de vida:
“Los estilos de vida son modelos de acción que diferencian a la gente”(Pp. 14).
A partir de esta definición Chaney desarrolla el concepto de estilo de vida como una característica de la modernidad.
La modernidad es una etapa sociológica que se caracteriza por la industrialización y, sobre todo, por la producción en masa. El mejor ejemplo es seguramente el fordismo, fenómeno que tenía como base la intención de que todo ciudadanos medio tuviese un coche Ford. Poco después de la producción en línea vino la mejora de las comunicaciones, que tuvo como consecuencia la mundialización/globalización/americanización o como quieras llamarlo. Esta nueva realidad social ha traido consigo una homogenización a la que los seres humanos se muestran reacios y es que a los seres humanos no nos gusta sentirnos iguales a la masa, muy al contrario, queremos sentirnos especiales.
La modernidad es una etapa sociológica que se caracteriza por la industrialización y, sobre todo, por la producción en masa. El mejor ejemplo es seguramente el fordismo, fenómeno que tenía como base la intención de que todo ciudadanos medio tuviese un coche Ford. Poco después de la producción en línea vino la mejora de las comunicaciones, que tuvo como consecuencia la mundialización/globalización/americanización o como quieras llamarlo. Esta nueva realidad social ha traido consigo una homogenización a la que los seres humanos se muestran reacios y es que a los seres humanos no nos gusta sentirnos iguales a la masa, muy al contrario, queremos sentirnos especiales.
Por eso, para nuestra realización personal, es importante que consigamos hacer evidente las diferencias de cómo unos y otros utilizamos y consumimos, cosas, espacios y nuestro propio tiempo.
Según Chaney, en la modernidad:
“Se fue aceptando que los gustos particulares eran responsabilidades por las que otros podían juzgarnos; esto es, eran, por tanto, consustanciales a un cierto sentido de identidad”(Pp. 22).
De aquí sacamos por tanto dos conclusiones, la primera es que para Chaney, lo que diferencia a unos seres humanos de otros es, fundamentalmente, producto de la socialización. Es decir, nos distinguimos por nuestros comportamientos, y los comportamientos son distintos porque los hemos aprendido dentro de un sistema cultural. De ahí, que comportamientos comunes que nos identifican puedan ser entendidos como estilos de vida.
La segunda conclusión es que puesto que los estilos de vida son producto de la socialización y que hoy en día, tras lo acontecido en la modernidad, la socialización gira prácticamente por completo alrededor del consumo, es el consumo el factor que define nuestra identidad. Lo cuál es paradójico pues el consumo nos iguala a otros, cosa que no queremos, pero a la vez define nuestra identidad. como se comentaba al principio, amenazada por las modos de producción y consumo actuales. Si te interesa esta idea puedes consultar las páginas 24 a 36 de la obra.
Siguiendo con la idea de la paradoja de cómo el consumo nos iguala y nosotros tratamos de diferenciarnos mediante su práctica, cabe destacar que las grandes marcas son iguales en todos los países en los que operan. Y aunque quizá ahora empiezan a tratar de adaptarse más a la idiosincrasia de cada lugar, han igualado lugares lejanos en la geografía mundial. Al respecto es interesante leer sobre el fenómeno de las Clone Cities o ciudades clonadas (en inglés).
La segunda conclusión es que puesto que los estilos de vida son producto de la socialización y que hoy en día, tras lo acontecido en la modernidad, la socialización gira prácticamente por completo alrededor del consumo, es el consumo el factor que define nuestra identidad. Lo cuál es paradójico pues el consumo nos iguala a otros, cosa que no queremos, pero a la vez define nuestra identidad. como se comentaba al principio, amenazada por las modos de producción y consumo actuales. Si te interesa esta idea puedes consultar las páginas 24 a 36 de la obra.
Siguiendo con la idea de la paradoja de cómo el consumo nos iguala y nosotros tratamos de diferenciarnos mediante su práctica, cabe destacar que las grandes marcas son iguales en todos los países en los que operan. Y aunque quizá ahora empiezan a tratar de adaptarse más a la idiosincrasia de cada lugar, han igualado lugares lejanos en la geografía mundial. Al respecto es interesante leer sobre el fenómeno de las Clone Cities o ciudades clonadas (en inglés).
Por tanto, nos hemos igualado a través del consumo, y precisamente el consumo es la actividad que más nos define. A esto se le añade un problema. El consumo ha convertido nuestras vidas en un espectáculo irreal, que nos lleva hacia una banalización de lo importante.
Una obra muy interesante para todos aquellos que quieran reflexionar un poco o estén interesados en cómo el consumo nos influye socialmente. Puedes encontrar Estilos de vida de Chaney aquí.
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