Los mundos de Ravenholdt es la primera novela de Juanma Díaz Hinojal. Pertenece al género de la literatura fantástica y ha sido editada por Ediciones Lacre.
La verdad es que es difícil describir esta novela porque en ella hay un poco de todo. El autor nos presenta un mundo multidimensional en el que los espejos hacen de puertas conectoras. Pero no todos los espejos son válidos al mismo tiempo. Las puertas son temporales y eso hace que no sea fácil cambiar de mundo cuando se desea.
La historia es bastante original. Los saltos entre los
distintos mundos, dan al autor la posibilidad de combinar un mundo
medieval-fantástico, con otro en el que existen los vampiros y otro en
el que hay superhéroes. No se limita a solo a estos, pero en mi opinión son los que más aportan al libro. La verdad es que de ello la novela saca bastante
jugo y cada mundo tiene su propio pequeño argumento, que bien podría
ser una pequeña novela independiente.
Juanma Díaz Hinojal nos presenta a Casey, un treintañero neoyorkino bastante gris, que se ve inmiscuido en una aventura. Un planteamiento no muy original y que en mi opinión fracasa un poco. Tal y como se presenta al protagonista, más que alguien con quién identificarte, es alguien carente de personalidad. Quizá esto lo haga más realista, pero no parece que esa fuera la intención. Ya que se ha optado por un planteamiento clásico, se podría haber escogido a un adolescente, pues hubiera sido más fácil ser realista y, a la vez, conseguir a alguien con quién empatizar. La vida adulta es demasiado aburrida.
A pesar de lo dicho sobre Casey, los personajes sin ser obras maestras no están mal construidos. En algunos casos, puede que les falte algo de profundidad, pero no es necesaria para el tipo de aventura que se nos presenta. A veces somos demasiado exigentes con la psicología del personaje y luego en las novelas que sí se desarrolla más, nos aburrimos como ostras. Esto no pasará aquí, y si Los mundos de Ravenholdt no tiene grandes desarrollos de la personalidad de los protagonistas, tampoco lo tienen las Crónicas de la Dragonlance o los libros de Percy Jackson. Así que no nos confundamos, es un buen libro en su estilo.
El ritmo de la narración es muy apropiado. Ni muy rápido, ni muy lento y se lee de forma muy sencilla y sin complicaciones. El estilo del autor es bastante bueno. En mi opinión tiene un problema. El pequeño capitulo introductorio no le hace justicia, porque repite demasiado la misma expresión. Es un pequeño juego literario, para resaltar la subjetividad del punto de vista del personaje, pero llega a resultar pesado. La verdad es que cuando te enfrentas a más de 600 páginas es algo que asusta un poco. Pero superado ese pequeño primer capítulo que sirve como marco de referencia al resto de la historia, cuando esta comienza de verdad, no vuelve a haber repeticiones y de hecho, como digo es de lectura muy ágil. Por eso, si a alguien le resulta un poco pesado el inicio, le recomiendo continuar.
Las tramas de los distintos mundos están bien planteadas y son muy entretenidas, cada una en su estilo. Eso sí la conexión entre ellas, no acaba de convencer. Por otra parte, aunque sea una novela larga, no resulta tediosa en absoluto, porque los cambios de contexto de un mundo a otro son enormes.
Sincermente, creo que es una buena novela para los lectores que no quieran argumentos complicados y busquen entretenerse con una historia de aventuras. No hay una violencia excesiva, aunque sí hay algo, ni vocabulario soez. Me parece una buena historia para el público joven, lo que me lleva de nuevo a pensar que quizá si hubiese sido protagonizada por adolescentes hubiera sido más comercial.
Puedes encontrar Los mundos de Ravenholdt aquí.
*Muchas gracias a Juanma Díaz Hinojal por hacerme llegar el libro para que lo reseñe.
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