La Gracia de los Reyes de Ken Liu es un libro de fantasía épica en la que la guerra y los grandes líderes militares son los grandes protagonistas. Una de las cosas más curiosas de esta novela es que su autor Ken Liu es chino, con lo cual queda muy molón decir que es una novela de fantasía diferente y que el ambiente o carácter asiático está presente a lo largo de toda la novela haciéndola diferente a lo leído hasta ahora.
Bueno, yo no me caracterizo por tener una gran sensibilidad, pero para mi ese maravilloso ambiente asiático que algunos críticos mencionan no es en absoluto para tanto. Que no se me entienda mal. El libro está bien y merece la pena la lectura, pero no es una maravilla y no te va a asombrar como algo que nunca hayas leído antes.
Es una novela muy en la línea de la fantasía que se escribe actualmente en lo que se refiere a guerras y reinos. Se sigue la perspectiva de un par de protagonistas, su evolución a lo largo de unas muy diferentes carreras militares y las diferentes formas que tienen de liderar a sus ejércitos y ganar sus batallas.
Una lectura que para los amantes del género fantástico medieval puede estar bien, aunque a mi no me ha convencido del todo.
Los personajes están bien construidos con formas de ver la vida bien diferentes. Las batallas no entran mucho en detalle como se acostumbra últimamente en la fantasía, pero tampoco decepcionan por ser demasiado flojas.
La fantasía no está tanto en la magia que puedan desarrollar los personajes ya que esta es inexistente como en los desarrollos tecnológicos y la aparición de los dioses. Es decir, es una fantasía medieval, pero hay naves voladoras y submarinos. Los dioses son egoístas y juegan con los humanos, en algo que recuerda mucho a los dioses clásicos romanos o griegos, así que supongo que ahí no se le puede achacar el ambiente asiático ese tan increíble.
En resumen un libro que si cae en tus manos puedes leer porque sí que es entretenido y tiene una buena historia, pero que desde luego yo no compraría.
En todo caso, puedes encontrar La Gracia de los Reyes aquí.
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