Aunque generalmente solo reseño libros, creo que en este caso merece la pena hacer una excepción y hablar sobre esta película que vi ayer.
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindewald es la segunda película de la serie Animales Fantásticos basada en los personajes de las obras de JK Rowling.
El protagonista de estas películas es Newt Scamander, una especie de animalista que trata de proteger y salvar animales mientras se ve envuelto en una trama mucho mayor. Por supuesto, el responsable de tal marrón, no es otro que Albus Dumbledore (Jude Law).
Puesto que hacer un documental sobre animales inexistentes, no tendría mucho tirón, en esta película, aunque los animales tienen un importante papel, la historia gira alrededor del ascenso al poder de Grindewald (Johnny Depp), uno de los magos tenebroso más importante de todos los tiempos.
El villano muestra un especial interés en Credence, un joven abandonado por su madre de bebé, y Dumbledore conoce los planes de Grindewald y encarga a Newt que evite que lo encuentre.
Mientras esto ocurre, veremos como Grindewald va ganando adeptos y convenciéndolo a base de discursos populistas. Un tema muy actual, por cierto.
La película tiene buen ritmo, es un tanto oscura en ocasiones, pero creo que mantiene el interés en todo momento. Hay acción, hay efectos especiales y hay buenos actores. Lo más importante, también hay historia que contar. No se trata solo de ver otra vez a protagonistas conocidos como a veces pasa en las secuelas.
Además de eso, en momentos en que el ritmo podría decaer, vemos a los mencionados personajes conocidos, en este caso con doble atractivo. A algunos les vemos de jóvenes, mientras que a otros les vemos por primera vez, pues no aparecían en las películas de la saga de Harry Potter. De hecho, algunos son bastante inesperados, lo cual hace ilusión a los fans y les mantiene invoclucrados en la historia.
No es una película para niños. Es un película para adultos y creo que se debe ser fan de Harry Potter para ir a verla. Quizá no tanto porque la película no merezca la pena en sí, sino porque los no aficionados a la fantasía, no suelen animarse a ver este tipo de peliculas. Y si se es aficionado, es más que probable que se conozca el mundo de Harry Potter.
Si se cumplen esas dos premisas, yo creo que la gran mayoría la disfrutará de ver Los Crímenes de Grindewald.
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