El espíritu del capitalismo no es ganar lo suficiente, sino ganar lo máximo posible.
Weber, M. 2003. "La ética protestante y el espíritu del capitalismo". Fondo de Cultura Económica. México. 1ª Ed. Original 1920.
En el post anterior sobre esta obra, comentábamos que debido a un cambio de concepción sobre lo moralmente aceptable, propiciado por la irrupción del protestantismo, el ser humano se vio introducido en una dinámica en la que la racionalización del trabajo fue ganando en importancia.
La propia inercia de la racionalización hizo que se fuese perdiendo el vínculo con el componente religioso. Así lo explica Weber:
"La jaula ha quedado vacía de espíritu, quién sabe si definitivamente. En todo caso, el capitalismo victorioso no necesita ya de este apoyo religioso, puesto que descansa en fundamentos mecánicos." (Pp.286).
Es decir, la dinámica racionalizadora que comentábamos, o los fundamentos mecánicos que dice Weber son lo que actualmente entenderíamos como el "sistema" contra el que luchan los anti-sistema. Weber llamó al sistema Jaula de Hierro un concepto muy utilizado actualmente.
¿Por qué Jaula de Hierro?
Más allá de la corrección de la traducción (literalmente las palabras de Weber serían "férreo estuche") la idea que Weber trataba de transmitir era que una vez abandonado el componente religioso que dirigía las actuaciones económicas, el individuo se veía dentro de un sistema que funcionaba de una determinada forma y en el que, si no quería verse marginado, él debería actuar conforme a las reglas.
En un contexto religioso, actuar conforme a las reglas no es un problema, ya que se hace voluntariamente en la búsqueda de la salvación. Al contrario, en un contexto desencantado, donde no podemos ganarnos la salvación, tener que seguir unas reglas tan estrictas como las de la racionalización económica, sería algo muy parecido a encontrarse encerrado en una jaula de hierro.
Puedes hacerte con Ética protestante y el espíritu del capitalismo aquí.
En un contexto religioso, actuar conforme a las reglas no es un problema, ya que se hace voluntariamente en la búsqueda de la salvación. Al contrario, en un contexto desencantado, donde no podemos ganarnos la salvación, tener que seguir unas reglas tan estrictas como las de la racionalización económica, sería algo muy parecido a encontrarse encerrado en una jaula de hierro.
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